miércoles, 9 de diciembre de 2009

Todo comenzó con una pregunta:

¿Padre dónde está mi mamá?

Hija, creo que ya es hora que sepas lo que paso con tu mamá y porque jamás la has visto. El día en que tu llegaste a este mundo nos toco tomar una decisión, eras tú o era ella. El médico nos dijo que el parto era complicado. Tu madre y yo, tiempo atrás, habíamos discutido la posibilidad, traer una vida más a este mundo fruto de nuestro amor o simplemente vivir los 2 solos por el resto de nuestras vidas, decidimos irnos por la primera opción.

Durante uno de los controles, el médico nos comento lo que te dije anteriormente sobre el parto, de hecho entramos en una crisis emocional. Tu madre estaba contra la espada y la pared, existía la posibilidad que ella o tú no salieran bien del parto o simplemente que las 2 salieran en perfecto estado. Como te has dado cuenta, tu mamá no logro salir del parto y fue porque tras el acuerdo establecido, decidimos traerte al mundo.

Mírate, hoy tienes 14 años. Eres toda una jovencita en flor de vida, un rayo de luz dentro de la oscuridad celestial, eres tu madre y yo. Lo que más me impresiona es que te pareces mucho a ella en tu forma de actuar, aunque no lo creas. Tu madre sabía lo que hacía, yo seguí su decisión como ella habría seguido las mías por más insignificantes que fueran. Hija te amo, te quiero y como te dije, eres luz en la oscuridad. Cada día me recuerdas a ese ser fenomenal, ese ser que se sacrifico por ti y por darte la posibilidad de vivir el mundo que ella vivió.

No te voy a decir que tu mamá está en el cielo o en otro lugar porque sabes que no creo en esos lugares. Sí el cielo existiera sería tu corazón y tu ser, porque ella se encuentra en ti. Eres el vivo reflejo, eres hermosa. Creo hija, que ese es el mejor regalo que tu mamá te pudo haber dado. Yo te cuidare por siempre entre mis brazos, como lo he venido haciendo, regalándote conocimiento y apoyándote en todo lo que quieras, pidas y lo que no solicites.

Esas fueron las palabras, Andrés y Juana, que mi padre me dijo antes de mis 15 años, justo un día antes de su ida y de mi cumpleaños. Hoy después de 24 años les cuento la historia ya que ustedes me preguntaron por sus abuelos. Hoy no solo llevo la vida de mi madre, tu abuela Juana, sino que también llevo el corazón, el riñón y el hígado de tu abuelo, Andrés.

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